Porque queremos un
gobierno que sea
consecuente con los
principios y expectativas
de los mexicanos, un
gobierno dirigido por una
generación que tenga las
manos limpias y la mirada
puesta en el futuro,
vamos a esta campaña
electoral con lo mejor de
nosotros: los valores,
los principios que le dan
sentido a lo que hacemos
y a lo que queremos. El
valor de la honestidad,
el valor de la
transparencia.
Por
eso el primer día de la
campaña electoral fui al
IFE a entregar mi
declaración patrimonial,
la casa donde vivo con mi
esposa y con mis tres
hijos, la cuenta de banco
que tengo y la de mi
esposa y a decirle al IFE
que renuncio al secreto
bancario, lo que no ha
hecho ninguno de mis
principales adversarios,
porque no se atreven. Al
IFE le dije: no sólo te
permito fiscalizarme, te
pido que le rasques hasta
donde quieras, hasta el
año que quieras para ver
si hay un centavo mal
habido ahí.
Lo
hice porque tengo las
manos limpias. Con estas
manos limpias voy a
entrar a la presidencia,
con estas manos voy a
salir en el 2012. Manos
limpias, manos firmes,
manos de México y para
México.
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