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Índice Político

Francisco Rodríguez
El Universal
Sábado 21 de abril de 2001
primera sección

Francisco Rodríguez
Farell, pieza clave en la corrupción
Muchas historias ya se investigan
Pitman: también ellas meten mano
Ya buscan hebra para sacar pita.

Y los problemas de Arsenio Farell Cubillas y de sus hijos Rosa María y Arsenio Jr. apenas empiezan: Tráfico de influencias para la obtención de millonarios estudios actuariales en dependencias donde su padre fue director general, en el caso de ella.

Operación de información privilegiada transmitida a los defensores de aquellos a los que perseguía la contraloría zedillista, encargada a su padre, en el caso de él.

Y armado de expedientes perjudiciales en contra de quienes osaban rescindir un contrato a la cría, o de quienes se negaban a dar negocio al bufete del vástago o, lo peor, de quienes se atrevían a competir en un negocio en el que los Farell o sus amigos y contlapaches llevaran participación.

Los encubrimientos, los disimulos y las muchas omisiones son, en comparación, pecados veniales. Y tales, apenas, los inicios de investigaciones minuciosas que ya se llevan a cabo en búsqueda de los no pocos actos de corrupción de los últimos años del priísmo en el poder presidencial. Justo aquellos en los que, como dice el refrán, se puso a "la Iglesia en las manos de Lutero".

1. De estos asuntos podrían platicar, si quisieran –para no ser cómplices, además– personajes como Genaro Borrego Estrada , quien sufrió una feroz persecución de su antecesor en la dirección general del IMSS, luego de que rescindió a Rosa María Farell un contrato de servicios actuariales por el que ella cobraba millones y millones al Instituto y en el que proponía lo que de antemano se sabía irrealizable: un sistema de pensiones para el que –luego de que su padre había comprado y mantenido costosos equipos de futbol– ya no había recursos. Claro que después hubo arreglo. Y a partir de entonces, Borrego hasta se daba el lujo de recibir personalmente los "diezmos" que le tributaban constructores –algunos le compraron y remodelaron una casa en Bosques de las Lomas para su esposa anterior–, contratistas, vendedores. El sistema era simple. El decía las características de la maleta en la que deberían ir los fajos de billetes de denominación nacional, pues nunca aceptó divisas, y ya recibida hacía el trueque por otra idéntica que, vacía, regresaba a sus benefactores previamente beneficiados. Así operó, por ejemplo, en los proyectos de construcción de nuevos hospitales, denominado "llave en mano", cuyo objeto fue erigir siete grandes unidades regionales y de zona en Tijuana, Ciudad Juárez, Guamúchil, San Luis Potosí, La Piedad, Villahermosa y Texcoco, beneficiando a las constructoras Techint –la misma que está involucrada en el gran fraude de la CFE que es Petacalco–, Tribasa, Gutsa, Obra Conhuerte –de origen hispano– e ICA. El operador de Genaro Borrego fue su paisano zacatecano Jesús Félix Guerala , quien por increíble que parezca aún permanece en el IMSS como jefe de la División de Conservación y, claro, como receptor de los dividendos de la corrupción.

2. Y aunque no se trataba de los hijos de Farell, sino de uno de los sobrinos de éste, Sigfrido Paz Paredes fue también víctima de la ira transformada en acoso. El ex contralor se tardó años en cobrar la afrenta que, según él, recibió su nepote el capitán piloto aviador Farell al ser despedido de Aeroméxico por causas que, me aseguran, fueron satisfactoriamente justificadas, cuando Paz Paredes era el director de esa empresa aeronáutica. Pero luego, cuando éste despachaba ya como subsecretario de Turismo, al lado de Silvia Hernández , el entonces llamado "contralor de hierro" se cobró la afrenta y lo envió a prisión con un expediente sospechosamente armado y convenido con la titular de esa última dependencia del Ejecutivo, a cambio de que a ella no se le siguiera procedimiento alguno por sus excesivos –e injustificables– gastos, en los que hasta joyería incluía.

3. De los encubrimientos y disimulos hay una historia que podría ser considerada como clásica. Es la historia de los bonos rusos y se da en Aeropuertos y Servicios Auxiliares durante la administración de Alfredo Elías Ayub . Su director de Finanzas, Juan José Domene (a) "El Chimpa" –primo hermano de Héctor Rangel Domene de la Asociación Mexicana de Bancos–, recibe la bendición de su jefe para, ambos, jugar recursos de la tesorería de ASA en bonos emitidos por el gobierno ruso.

Usted recordará que allá por 1997 Rusia enfrentaba una seria crisis de liquidez. No tenía ni para pagar a su Ejército. Fue así que, como medida para captar divisas incrementaron considerablemente el rendimiento de sus bonos soberanos, que llegaron a pagar una tasa de interés de 65%. Fue entonces cuando "El Chimpa" y Elías Ayub deciden invertir algo así como 8 millones de dólares de su tesorería en esos instrumentos de especulación. La estrategia era muy simple: ganar en un año un poco más de 5 millones de dólares, reportando a la tesorería de ASA un rendimiento de 10% sobre los 8 millones (muy bueno en dólares, en esa época) y embuchacarse como 4.5 millones.

Pero, ¡oh, sorpresa!, la crisis financiera en Rusia se agudiza, el rublo se devalúa bruscamente, el gobierno se declara en moratoria y los bonos soberanos pierden 80% de su valor de la noche a la mañana. Explota la bomba en ASA con la Contraloría y se detecta un quebranto por 6 millones de dólares.

Y justo cuando la bronca está en su apogeo, Zedillo y Farell entran al rescate y envían a Alfredo Elías a la CFE. ¿Cómo se negocia esto con la Secodam? No se sabe. El caso es que Elías reembolsa los 6 millones de dólares a la tesorería de ASA y san-se-acabó. No hay daño patrimonial. No hay sanciones económicas ni administrativas, mucho menos penales. ¡Nada! Como esas historias hay muchas.

Por eso es que los problemas de Farell apenas empiezan.

Porque están buscando hebra –le digo– para sacar pita.



Contralora sin control
Hace seis años, en plena crisis producto del llamado error de diciembre (de 1994), el tema de la desaparición de la Contraloría estaba en el tapete de las discusiones. Los argumentos, entonces –como ahora– eran válidos. ¿Para qué sirve si sus facultades son harto discrecionales? ¿En que nos beneficia a los contribuyentes si no tenemos acceso franco a su información? Mejor, desaparecerla.

Se hubiesen evitado muchos saqueos a la nación en caso de que la lógica y el sentido común hubiesen guiado hacia esta última opción.

Le platico hoy otro caso. Ilustrativo, éste, de que la corrupción no es privativa del género masculino y de que, a diferencia de lo sustentado por la lideresa del PRD, Amalia García , las mujeres no sólo pueden meter la pata, sino también meten la mano.

Nuestro personaje se llama Araceli Pitman Barrón .

Aparece en el primer plano de la vida pública como contralora interna de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, primero, y de la Procuraduría General de la República, después. Ambas oportunidades en las correspondientes gestiones del veracruzano Ignacio Morales Lechuga quien, al término de su gestión en la PGR, la recomienda ante la Subsecretaría de Ingresos de la SHCP, por la estrecha relación de esta oficina con las procuradurías en asuntos de las defraudaciones fiscales, especialmente en las aprehensiones por esos delitos.

Más adelante, Pitman llega a la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal gracias a su estrecha amistad con Óscar Espinosa Villarreal , a quien conoce cuando éste se desempeñaba como director de Nacional Financiera y ella como contralora interna de la PGR, ya que ambas instituciones manejaban el Fideicomiso de Bienes Asegurados. En ese tiempo, por cierto, se tuvo conocimiento de manejos fraudulentos en tal fideicomiso.

Hay apuntes de hechos que comprueban que la contadora Pitman no ha tenido objeciones para atender asuntos que le produzcan algún beneficio personal o al de los intereses a los que responde. Tal es el caso, por ejemplo, de la adquisición del edificio que actualmente ocupa la Contaduría Mayor de Hacienda de la capital del país, adquirido a la compañía aseguradora La República cuando ésta pertenecía a Julio Mariscal y cuando su directora general era la también contadora pública María Victoria Morales Lechuga , y el abogado de la empresa el hermano de ésta, el ex procurador.

Al momento de la compra, el inmueble se encontraba intervenido por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, como garantía en los fraudes cometidos por Mariscal y su Grupo Havre –usted se acuerda: autofinanciamientos de microbuses– ¡a Nacional Financiera! Para conseguir su objetivo, Pitman presionó a Pedro Zamora , vicepresidente jurídico de la CNBV, a través de su relación con Ismael Gómez Gordillo , que había sido jefe de ambos. Y Zamora liberó el inmueble. Después "trabajó" a Manuel Merino y a Javier Beristáin , oficial mayor y secretario de Finanzas de la gestión de Espinosa Villarreal, respectivamente, para que adquirieran y posteriormente donaran el edificio a la Asamblea de Representantes.

Tal adquisición –de un inmueble que, en principio, estaba intervenido– se pactó inicialmente en 21 millones de pesos, pero finalmente se cubrió en 25. A ello habría que agregar el costo de los contratos de proyectos arquitectónicos y de remodelación de las instalaciones, así como los de adquisición de mobiliario y equipo de informática que fueron asignados en forma directa –contraviniendo la normatividad– por la entonces titular de la Contaduría Mayor de Hacienda de la capital nacional.

¿Qué hacía la señora Pitman en la Contaduría? Pues practicaba auditorías light a la administración de Espinosa Villarreal.

Por eso fue que hasta hace poco se descubrieron el cúmulo de "irregularidades", la falta de sanción a funcionarios y el que se haya dejado pasar intencionalmente el tiempo para presentar las denuncias correspondientes.

A ello obedeció que la entonces jefa del gobierno del DF, Rosario Robles , negociara la salida de Araceli Pitman Barrón de ese cargo.

A ello obedeció, también, que, para protegerla, Ernesto Zedillo la colocara inmediatamente en el ISSSTE de Socorro Díaz , donde aún permanece.

¿Hasta cuándo?



Índice flamígero
La información sobre la galopante corrupción que ha imperado en el Instituto Mexicano del Seguro Social sigue fluyendo. Las últimas noticias al respecto dan cuenta de la existencia de una comercializadora de productos farmacéuticos, propiedad –a través de prestanombres– de un ex director Administrativo, a través de la cual es factible colocar en el cuadro básico de medicamentos los fármacos que, de otra manera, no entrarían. Lo curioso es que, no obstante la salida del PRI de Los Pinos, y que el ex funcionario en cuestión tiene ya casi seis años de haber dejado de "servir" en el IMSS, los mandos medios siguen operando con base en las reglas que el personaje instituyó. Y tributándole a él, claro está. Como podrá darse cuenta el apreciable lector, los émulos de Farell pulularon en toda la estructura de la administración zedillista, y algunos lograron enquistarse en esta administración de tal manera que sus pingües negocios siguen fructificando, aún en los tiempos del cambio. Ah, el nombre del ex director Administrativo es Guillermo Ruiz de Teresa , quien fuera secretario particular de Emilio Gamboa Patrón . Búsquelo, si lo necesita. * * * La intrascendente visita del senil senador estadounidense Jesse Helms –él y su staff son de los que ingenuamente creen que México cambió por arte de magia el primer día de diciembre anterior– sirvió para evidenciar ya no sólo el distanciamiento sino, ahora, el franco enfrentamiento que viven el canciller Jorge Castañeda Gutman y el asesor presidencial en materia de seguridad nacional, Adolfo Aguilar Zinser . El primero, por ejemplo, hizo el viaje de Tlatelolco a Los Pinos para asistir a la reunión que el defensor de las tabacaleras de Carolina del Norte sostendría con el presidente Fox , pero al llegar al salón y percatarse de que Aguilar tenía sitio de preeminencia, de inmediato se retiró. El segundo, por su parte, nomás no fue invitado a la reunión organizada por Castañeda en sus terrenos de Nonoalco. Los extranjeros, por supuesto, ya tomaron nota de estos desencuentros. * * * Y tan nada ha cambiado, tan todo sigue igual que los más recientes nombramientos de funcionarios públicos hacen dudar sobre quién fue el verdadero triunfador del 2 de julio próximo pasado. Entre muchos, ahí está el caso del clásico jefe de prensa del ancient régime –el que amenazaba a los periodistas que criticábamos a su jefe Francisco LabastidaCarlos Olmos Tomassini , que recién empezó a cobrar en Banobras.

¿Quién ganó pues las elecciones? ¿El PRI? ¿Dónde están despachando los panistas? ¿Entonces sí es cierto que los blanquiazules perdieron? indicepolitico.com

pacorodriguez@journalist.com

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