Itinerario Político
Ricardo Alemán
El Universal
Sábado 13 de octubre de 2001
Primera sección
Fox y Creel, los promotores en
1998
Historia de un engaño anunciado.
El nuevo escándalo del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, IPAB, antes Fobaproa alcanzó a Vicente Fox en su gira por Europa, y en la primera escala, en Praga, debió responder y salir en defensa del IPAB, al señalar que la misión de ese instituto es la de "limpiar" todo lo relacionado con el rescate bancario. Pero el Presidente mexicano fue más allá cuando aseguró que "habrá que revisar y asegurar que todo lo que fue ilegal o irregular puede ser identificado y castigado...". "Vamos a abrir otros archivos; ¡todos!", advirtió Fox.
Y tiene razón el viajero Presidente mexicano, el IPAB fue creado para "limpiar" el "cochinero" en que se había convertido el "padre del IPAB", el famoso Fobaproa, que es la deuda más grande que a todos los mexicanos heredaron los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. Sólo que Fox olvida que en México aún hay memoria, y que son muchos los mexicanos que aún recuerdan cuando en un "espot" de televisión, difundido en los primeros días de diciembre de 1998, el entonces precandidato presidencial del PAN, y aún gobernador de Guanajuato, fue uno de los promotores oficiales y oficiosos de que el IPAB fuera aprobado por el Congreso en los términos en que el gobierno de Zedillo lo había dispuesto, incluso en contra de la mayoría de los diputados del PAN.
En esos primeros días de diciembre de 1998, Vicente Fox sorprendió a propios y extraños cuando aun en contra de lo que su partido, el PAN, había decidido el PAN había acordado en Puerto Vallarta que los grandes deudores del Fobaproa regresaran parte del descomunal desfalco y que por ningún motivo aceptarían que ese fraude lo pagaran los ciudadanos se convirtió en el más activo promotor de la solución propuesta por el gobierno de Ernesto Zedillo al escándalo del Fobaproa, y ofreció su apoyo para que en el Congreso se aprobara el IPAB, que era una salida oficiosa para convertir en deuda pública, en deuda que debíamos pagar todos los mexicanos, de un ilegal quebranto calculado en esa fecha en 552 mil millones de pesos, y que para diciembre de 1999 alcanzaba los 900 mil millones de pesos. ¿Qué fue lo que pasó?
Pero en esas fechas, en los primeros días de diciembre de 1998, Fox no era el único promotor de que se aprobara el IPAB en los términos en que lo recomendaba el gobierno zedillista. En unos cuantos días, de una postura radical de rechazo a la consumación del monumental fraude a los mexicanos, un sector del PAN pasó a promotor de la solución oficial, al grado de que el 12 de diciembre de 1998, desde la tribuna de la Cámara de Diputados, los panistas Santiago Creel Miranda y Fauzi Hamdan defendieron ardorosamente la aprobación del dictamen que creaba el IPAB, un dictamen que de última hora fue cambiado sin el consenso de los diputados del PAN, algunos de los que a pesar de las presiones votaron en contra. Ese 12 de diciembre, con el voto de casi todos los diputados del PRI y la mayoría de los diputados del PAN, se aprobó el IPAB, instrumento que convertía en deuda de todos los mexicanos los 552 mil millones de pesos que habían desfalcado los banqueros, los políticos del PRI, y no pocos empresarios. ¿Qué fue lo que pasó?
¿Por qué de pronto el activismo de Vicente Fox y de Santiago Creel entre otros panistas como Diego Fernández y Fauzi Hamdan se volcó en esos primeros días de diciembre de 1998 a favor de la creación del IPAB, a pesar de que se violentaba un acuerdo de los diputados del PAN, a los que primero se engañó y luego se presionó para que guardarán silencio?
Una primera lectura, que a la vuelta del tiempo no parece descabellada, la dimos en este espacio el 23 de julio de 1999, cuando escribimos lo siguiente: "Lo interesante del asunto (de la complicidad de un sector del PAN en la simulación de acuerdo para limpiar el Fobaproa), en todo caso, es que el impulsor de la complicidad del PAN con Ernesto Zedillo en el caso Fobaproa, es nada menos que Vicente Fox. ¿Pero vale preguntar por qué? Porque con el apoyo al Fobaproa, a su conversión en IPAB en términos que hacen que los ciudadanos paguen el desfalco, y con el caso de la auditoría, Vicente Fox está comprando la protección indispensable de un candidato presidencial Vicente Fox ya es el seguro candidato presidencial del PAN que ofrece impunidad a su antecesor, como una muestra de que es el más indicado para garantizar más de lo mismo. Fox es en realidad el candidato de Zedillo. Y si no, al tiempo".
Engaño al PAN y a
la sociedad
Y el tiempo se ha encargado de demostrar que el apoyo de Vicente
Fox al Fobaproa, el apoyo y promoción para convertirlo en IPAB
casi en los mismos términos en que lo propuso el gobierno de
Ernesto Zedillo, le valió al entonces precandidato Fox y a sus más
cercanos colaboradores, como Santiago Creel, un "bono"
de confianza para la elección presidencial del año 2000, no sólo
frente al gobierno saliente, el de Ernesto Zedillo, sino ante los
grandes empresarios, banqueros y comerciantes, que resultaron los
beneficiarios, primero del Fobaproa y luego del IPAB.
Vicente Fox, junto con otros panistas, maniobraron al interior del PAN para "hacer tragar" a los diputados de ese partido una iniciativa que aparentemente sería distinta a lo establecido por la propuesta enviada al Congreso por Ernesto Zedillo, en la que se proponía que todos los mexicanos pagaran con los recursos públicos el desfalco. Sin embargo, la nueva propuesta, la que creaba el IPAB, en realidad era una nueva trampa.
Vale la pena recordar, por ello, que hacia finales de marzo de 1998, el presidente Ernesto Zedillo envió a la Cámara de Diputados un paquete de 19 iniciativas de ley en materia económica, el que debía ser aprobado con la mayor premura posible. Ante la sorpresa de los legisladores de todos los partidos, escondidos en el articulado de la Ley de la Comisión para la Recuperación de Bienes, aparecieron dos artículos transitorios que proponían "consolidar" como deuda pública los pasivos del Fobaproa, que como ya dijimos en esa fecha eran calculados en 552 mil millones de pesos.
En medio del asombro general, y de un escándalo que pronto se hizo público, los legisladores descubrieron que el Fobaproa había sido convertido en una "canasta perversa", en donde el gobierno metió en una sola cuenta los créditos cobrables con los incobrables, los regulares con los irregulares, los justos con los injustos, los créditos buenos con los malos, tanto de la banca privada intervenida, como de la banca no intervenida. El monto del apoyo a deudores pequeños y de buena voluntad, y de grandes bancos, empresas y sociedades que sí podían pagar, causó una indignación generalizada y la movilización de todos los partidos opositores, especialmente el PAN y el PRD.
En los meses que siguieron, el PAN radicalizó su postura, mientras que sus legisladores participaron en múltiples encuentros con especialistas que hicieron ver a los representantes populares del PAN que el Fobaproa había sido convertido en un botín por cientos de grandes empresarios y de los banqueros más importantes del país. La postura de Acción Nacional pareció firme hasta los primeros días del mes de noviembre de ese 1998, cuando ese partido elaboró una iniciativa de lo que luego fue conocida como Ley del IPAB, que obligaba a los banqueros y empresarios a devolver el monto de la cartera pagable que enviaron al Fobaproa.
Así, la Gaceta Parlamentaria del 19 de noviembre de 1998 dio a conocer la propuesta de Acción Nacional, que descargaba en los contribuyentes sólo una parte reducida del quebranto reportado en el Fobaproa, mientras que los grandes bancos y empresarios debían devolver lo reportado como impagable. Sin embargo, a partir de ese 19 de noviembre, el gobierno de Ernesto Zedillo negoció con un sector del PAN, y para los primeros días de diciembre de 1998, la iniciativa fue modificada. Eran los tiempos en que repentinamente Fox y otros panistas promovieron abiertamente la aprobación del IPAB, pero no la iniciativa presentada el 19 de noviembre, sino una distinta.
Los cambios de forma y fondo
Uno de los cambios más significativos que sufrió la iniciativa
del PAN presentada el 19 de noviembre, y la que se aprobó el 12
de diciembre es el carácter que se le dio a la cartera que fue a
parar al Fobaproa. Para ilustrar con mayor claridad, reproducimos
las partes sustanciales del artículo quinto transitorio del
IPAB, en las dos versiones.
En la iniciativa presentada por el Acción Nacional el 19 de noviembre de 1998, se dice: "Artículo quinto transitorio: en caso de que la auditoria reporte irregularidades, se procederá inmediatamente a deslindar las responsabilidades que hubiere lugar y los titulares de las mismas deberán asumir su plena responsabilidad legal y económica".
En la iniciativa aprobada por una porción de los diputados del PAN y otra del PRI, el 12 de diciembre de 1998, se dice: "Artículo quinto transitorio: en caso de que durante las auditorias se detecten créditos ilegales, el Instituto, mediante resolución de la Junta de Gobierno, podrá optar o rechazar y resolver los mismos a las instituciones, misma que deberá designar a otros activos por un monto equivalente al de los créditos devueltos a satisfacción del Instituto. En caso contrario, éste deducirá el monto respectivo de la garantía o instrumento de pago respectivo".
¿Cuál es la diferencia? Casi nada, que en el primer caso, en de la iniciativa del 19 de noviembre, se habla de "irregularidades", detectadas en los créditos por una auditoría ordenada por la propia Cámara de Diputados, mismas que deberán ser corregidas por los bancos o los deudores y pagados los créditos, mientras que en el segundo caso se habla de "créditos ilegales". ¿Y que hace la diferencia? Bueno, que el Fobaproa, primero, y luego el IPAB, reportaban 72 mil millones de pesos producto de créditos "irregulares", mientras que los créditos "ilegales" eran sólo 6 mil millones de pesos.
¿Qué quiere decir esto? Que con la iniciativa presentada por el PAN el 19 de noviembre de 1998, el gobierno recuperaría 72 mil millones de pesos, que debían ser pagados por bancos, grandes empresas y pillos metidos a la política, mientras que con la iniciativa aprobada por el PAN y el PRI, el gobierno sólo recuperaba 6 mil millones de pesos. Y cualquiera se podría preguntar: ¿Y eso qué? Que con la iniciativa aprobada por el PAN y el PRI el 12 de diciembre de 1998, los mexicanos, todos, tendremos que pagar esos 72 mil millones de pesos, de esa fecha, cuyo monto a la fecha se ha triplicado.
Ese cambio, que hace que los mexicanos paguemos el monto de ese desfalco, fue promovido por Vicente Fox y por Santiago Creel, y con ello se favoreció a todos los banqueros, a grandes empresas, a muchos pillos que metieron sus deudas al Fobaproa y que todos deberemos pagar.
De ayer a hoy
Era necesario hacer ese largo recordatorio para llegar al
conflicto que hoy presenta el IPAB, y que involucra como ya quedó
claro al hoy presidente Vicente Fox y al hoy Secretario de
Gobernación. Y es que sin duda lo que hoy aparece como una
institución sin credibilidad, en donde se cometen toda clase de
pillerías, igual o peor que las descubiertas en el Fobaproa, es
una creación del PAN, una iniciativa que si bien fue modificada
por el gobierno de Ernesto Zedillo, fue avalada por un importante
sector de Acción Nacional.
Pero lo grave del asunto es que quienes hoy han desatado esa lucha al interior del IPAB son los mismos que ayer se vieron beneficiados con la negociación de Acción Nacional y el gobierno de Ernesto Zedillo. Primero se acusó a los vocales del IPAB de actuar en un conflicto de intereses, ya que algunos de ellos habían trabajado en los bancos que ahora están bajo su vigilancia. Luego apareció un fraude en funcionarios de primer nivel, quienes habrían "lavado" dinero puesto a su custodia.
Y lo que viene es una profunda investigación que podía significar que no pocos de los empresarios, banqueros y políticos que buscaron protección en el PAN, y que hasta financiaron la campaña presidencial de Vicente Fox, se vuelvan contra su protector. Pero ese tema lo seguiremos en una próxima entrega.
aleman2@df1.telmex.net.mx