Retrasa la CFE nuevas licitaciones de plantas que usan gas natural como combustible

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) parece estar reorientando su estrategia de generación eléctrica, al retrasar nuevas licitaciones.

En el pasado, la CFE estuvo concentrada en los privados quienes construían plantas de ciclos combinados.

Sin embargo ahora, con capacidad de generación sobrada y un menor crecimiento de la demanda, la CFE utiliza menos la generación privada de plantas que usan gas natural como combustible.

Los generadores privados de electricidad han visto disminuido el potencial de sus negocios en el País debido a que, en el último año, la paraestatal ha reducido hasta en 60 por ciento la capacidad de despacho de los privados al comprarles menos energía.

La CFE ha optado por despachar el fluido de sus propias centrales que operan con diesel y combustóleo, y son menos eficientes que las de ciclo combinado que usan gas natural.

La central de autoabastecimiento Bajío, operada por Intergen, el año pasado despachó en promedio sólo 48.5 por ciento de su capacidad; la planta Anáhuac, de EDF, 58.7 por ciento; Chihuahua III, de Transalta, 61.9 por ciento, y Hermosillo, de Unión Fenosa, 64.5 por ciento, según datos de la Secretaría de Energía.

Sin embargo, Alfredo Elías Ayub, director de la CFE, ha negado que la reducción del despacho eléctrico esté afectando la rentabilidad de los negocios de los generadores privados.

Incluso aseguró que tanto Transalta como Iberdrola anuncian nuevas inversiones.

Eugenio Laris Alanís, director de Proyectos de Inversión Financiada de la CFE, rechazó las opiniones de expertos que señalan que no se utiliza la electricidad más barata disponible.

"Nosotros despachamos independientemente de quién sea el dueño de la central, sea CFE o generadores privados, se tiene prioridad por costos, y cada central tiene sus costos, dependiendo de qué tan nueva está, qué tan eficiente sea y qué tipo de combustible use", indicó.

El funcionario atribuye la disminución en el despacho de los generadores privados a la baja demanda eléctrica, a que las presas poseen altos niveles de almacenamiento y las centrales hidroeléctricas tienen prioridad en el despacho.

De hecho, la CFE retomó la ejecución de nuevos proyectos de generación eléctrica, al reducir al mínimo la figura de Producción Independiente de Energía (IPP, por sus siglas en inglés).

Después de 8 años de que la inversión privada estuviera dedicada a la ampliación de generación eléctrica, será este año cuando la paraestatal licite 4 proyectos bajo el esquema de Obra Pública Financiada (OPF) y una central de ciclo combinado, modelo que sólo se usaba para líneas de transmisión o grandes proyectos como la hidroeléctrica El Cajón.

Entre el 2001 y el 2003 la CFE había financiado proyectos de OPF, básicamente en líneas de transmisión y subestaciones, por más de mil 600 millones de dólares a través de créditos bancarios y colocaciones privadas en el extranjero, a plazos de 10 años.

Iván Zea, analista de Cambridge Energy Research Associates (CERA), consideró que es positivo que la paraestatal asuma los riesgos, siempre y cuando existan los recursos.

"Esto es un paso positivo para CFE, con respecto a los años pasados, cuando por limitaciones de Hacienda no le era posible construir proyectos de generación hasta ahora con la presa de El Cajón", puntualizó el experto.

El presupuesto para el 2005 de la CFE es de 134 mil 272 millones de pesos y una parte del dinero para la OPF se obtendrá de la colocación de certificados bursátiles para complementar sus requerimientos de financiamiento.

Empresas dejan de invertir

Laris indicó que la menor participación de productores independientes en proyectos de la CFE se debe a que algunas firmas están en proceso de consolidar su activos.

"Las empresas tienen diferentes programas de inversión de acuerdo con las condiciones mundiales. En los 2 años anteriores hubo problemas con las empresas que producen energía en Estados Unidos y eso produjo una crisis internacional, lo que hace que algunas dejen de invertir para consolidar sus activos", explicó.

Zea dijo que aunque el programa de productor externo ha sido muy exitoso en México, tomando en cuenta que se ha logrado ampliar en 9 mil megawatts la capacidad instalada de la CFE, el riesgo de sobrexplotar estos esquemas es que se convierten en deuda en el largo plazo.

"El problema es la cuestión de financiamiento, los Pidiregas se convierten en deuda de largo plazo para la CFE y la empresa adquiere un compromiso de pago hasta de 25 años, no es que el programa de productor independiente sea peligroso por sí mismo, el riesgo es el esquema de financiamiento detrás de él", afirmó Zea.

La baja en la demanda de electricidad provocó una disminución en el apetito de los IPP por participar, pues mientras que en 1998 entraban hasta nueve empresas por licitación, ahora hay concursos de sólo una propuesta.

cLa CFE afirma que ya está en una posición más sólida para regresar a los OPF, en el cual la empresa es quien mantiene la operación de las centrales, aunque el crédito sea privado y se liquide al momento de entregar la obra.

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