| Una vez
realizado un primer análisis del Libro
Blanco sobre la reforma del marco
regulatorio de la generación eléctrica
en España, elaborado por el consultor
José Ignacio Pérez Arriaga y presentado
ayer por el Ministerio de Industria, IBERDROLA
cree que las deficiencias del mercado
eléctrico de las que habla el informe se
deben a problemas regulatorios y no a la
actuación de los agentes. La Compañía, que reitera
su rechazo a la adopción de cualquier
tipo de medida contraria al proceso de
liberalización, puesto en marcha a raíz
de la aprobación en 1997 de la Ley del
Sector Eléctrico, no comparte ni el
análisis ni las propuestas sobre el
mercado de generación de electricidad
que figuran en el Libro Blanco, un
documento muy denso y teórico y que no
es vinculante para la Administración.
Además, IBERDROLA, que
en todo momento ha defendido el
cumplimiento de los objetivos planteados
por el Protocolo de Kioto y que el sector
eléctrico debería realizar un mayor
esfuerzo en la reducción de emisiones de
CO2, cree que, de ponerse en práctica
los planteamientos del consultor Pérez
Arriaga respecto a la asignación de
derechos de emisión, España no
cumpliría sus compromisos
medioambientales. Asimismo, la Empresa
echa en falta menciones específicas a la
reducción de otro tipo de emisiones (NOx
-óxido de nitrógeno- SO2 -dióxido de
azufre-), de mucho mayor impacto local
que el CO2.
En cualquier caso, la
Compañía considera que el Libro Blanco
también realiza propuestas positivas,
como la nueva metodología tarifaria y el
fomento del Régimen Especial, así como
algunas mejoras en aspectos técnicos de
la operación del sistema y del mercado.
IBERDROLA estima que, tal
y como establecía la citada Ley del
Sector Eléctrico, se debe llevar a cabo
una revisión del modelo regulatorio para
solucionar los problemas de carácter
estructural que se han detectado a lo
largo de estos años capacidad de
generación insuficiente; derroche de
energía; alejamiento de los objetivos
medioambientales del Protocolo de Kioto;
dependencia energética del exterior;
problemas en la red de distribución;
déficit de tarifa-, que se han visto
agravados este ejercicio por problemas
coyunturales: sequía, precio de los
combustibles y fuerte incremento de la
demanda.
Para la Compañía, dicha
actualización, que ha de plantear
soluciones a largo plazo para un sector
intensivo en capitales, debe seguir
profundizando en la liberalización
eléctrica, por la que han apostado tanto
el Gobierno español (Ley del Sector
54/97, RD 5/2005 para el impulso de la
productividad, Tratado MIBEL,
Constitución española) como la Unión
Europea (Directiva 2003/53 sobre mercado
interno de la electricidad, Tratado de la
CE). IBERDROLA entiende que el Libro
Blanco rebasa en algunos asuntos el
espíritu de la Ley del Sector Eléctrico
español y de la normativa comunitaria.
IBERDROLA cree que
cualquier cambio regulatorio tiene que
mirar al futuro y no al pasado y atender
a las circunstancias del contexto europeo
en el que opera. En este sentido, la
Empresa subraya que el statu quo
existente en 1997 ha cambiado: el 35% de
la energía eléctrica ya se vende en el
mercado libre, hay más agentes y las
cuotas han disminuido. En 2007
competirán 15 operadores y más de
30.000 MW de potencia, y ninguno tendrá
una cuota superior al 25% del mercado
ibérico, según las previsiones
realizadas por el Ministerio de
Industria.
Cabe recordar además
que, según el 4º Informe Anual sobre la
puesta en marcha del Mercado Interior del
Gas y de la Electricidad, hecho público
en enero de 2005, España (con el 40%)
figura por debajo de la media europea en
cuanto al poder del mercado de
producción de su mayor eléctrica: por
delante estarían países como Grecia
(100%); Bélgica, Francia e Irlanda
(85%); Portugal y Chequia (65%); Italia
(55%); y Austria (45%). Es previsible que
esta situación mejore en dos años,
cuando, además de los países citados,
superarán a nuestro país en ese
ránking otros como Alemania y Hungría
(30%) y Holanda (25%). El español
estará, en definitiva, entre los tres
mercados eléctricos menos concentrados
de la Unión Europea.
La Empresa, que aplaude
la decisión del Ministerio de Industria
de remitir el estudio a la Comisión
Nacional de Energía (CNE), alerta sobre
las consecuencias que podría tener la
aplicación de las propuestas del Libro
Blanco en las cuentas de resultados de
las compañías eléctricas y en la
valoración bursátil de las mismas,
aunque confía en poder seguir
financiando con el cash flow de todas sus
instalaciones de generación las
necesarias inversiones que se precisan
para continuar prestando con garantías
un servicio básico para el país como es
el eléctrico.
Asimismo, IBERDROLAavisa
sobre el peligro de que la teoría del
consultor Pérez Arriaga pueda ser
aplicada a otros sectores, como el de las
telecomunicaciones o el petrolero, que
mantienen concentraciones de poder
similares a la del sector eléctrico.
Propuestas como las planteadas en el
Libro Blanco pueden en conjunto resultar
dañinas para el tejido industrial
español.
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